Nuestras marcas insignias del sector hotelero crecen a doble digito este año 2021 tras la caída en valor que experimentaron el año pasado por los efectos de la Covid-19 que castigó duramente al sector, abocándolo a un parón obligado de su actividad por las medidas de restricción de la movilidad.
La fortaleza y el reconocimiento de las principales marcas del sector les ha permitido superar las grandes dificultades de los últimos dos años, con un incremento medio del 12,5% en el valor total de las marcas analizadas en el sector.
La tecnología, la digitalización y la innovación se han convertido en elementos diferenciales clave en el sector que ponen un foco especial en el cliente, adaptando y personalizando la experiencia del cliente.
El sector tiene que hacer frente a cambios en los comportamientos de los consumidores tanto (i) en el turismo de negocios por la adaptación de nuevas formas de comunicación que han incentivado, gracias a las nuevas tecnologías, mantener reuniones no presenciales, (ii) como en el segmento de alquiler turístico de habitaciones y apartamentos.
Por ello, la flexibilidad y la adaptabilidad a las nuevos comportamientos y hábitos del consumidor son críticos en el sector. Esta flexibilidad y adaptabilidad han sido claves en este momento histórico que atravesamos y en el que hemos aprendido a convivir bajo el paraguas de la incertidumbre, y los datos comienzan a mostrar tendencias positivas en el sector.
Así, durante el año 2021 visitaron España 31,1 millones de turistas, lo que supuso un aumento del 64,4% respecto a los 18,9 millones del año anterior, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El gasto total realizado por los turistas no residentes en España durante el año 2021 fue de 34.816 millones de euros, lo que supuso un aumento del 76% respecto al de 2020 (19.787 millones).
Dicha tendencia positiva continúa este año 2022, ya que de acuerdo con las últimas publicaciones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, tanto el gasto medio por turista como la duración media de la estancia de los turistas en enero superaron los niveles prepandemia. Así, el gasto medio por turista se sitúa en 1.217 euros frente a los 1.155 euros de enero de 2020. Y la estancia media se prolonga hasta los 9,9 días, cuando hace dos años era de 8 días.
Dejamos atrás dos años especialmente duros, pero debemos seguir siendo cautelosos porque la recuperación del sector puede verse en parte ralentizada en los próximos meses por la subida de los precios de la energía, la crisis de suministros que hace que muchos productos no estén llegando a los consumidores finales, la inflación ligada a esta crisis y que está provocando que el consumo privado se recupere más lento de lo previsto inicialmente. A todo ello, debemos añadir la situación actual donde desconocemos el alcance de los posibles impactos en los flujos turísticos derivados de la evolución del contexto sociopolítico/geopolítico actual.